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Corridos por Tambitos

 

¡Está comprobado!. La música ranchera mexicana exalta el ánimo, provoca gritar, está ligada directamente con el ambiente de los caballos y el ganado, es ideal para animar las fiestas, cuenta historias cotidianas y a muchos ticos les encanta.

Pero no es nuestra. Es una más de las culturas importadas que conviven en Costa Rica, metida con tal fuerza en nuestra vida que llegamos al punto de recibir con mariachis a visitantes en el aeropuerto, cantar ‘las mañanitas’ en los cumpleaños y ‘las golondrinas’ a los que se van.

Casi en todas las fiestas patronales en territorio tico se realiza un ‘festival ranchero’ para escoger la mejor voz del pueblo. En algunos festivales hasta se premia el mejor traje de charro mexicano.

Donde más se realza la influencia de la música ranchera es probablemente en los topes. Esos singulares y masivos desfiles de caballos que tanto se disfrutan en Costa Rica son siempre acompañados de canciones y atavíos mexicanos. El binomio caballo – rancheras es casi obligatorio en cada tope.

¿Y la música tica? Pensándolo bien, las canciones costarricenses tienen lo suyo, y tienen lo nuestro. Basta escucharlas con un poquito de atención para encontrar historias que nos identifican, paisajes que son parte de nuestra vida, alegrías y tristezas cuidadosamente rimadas con ingenio, picardía y alma nacional.

Qué tal si nos proponemos todos los ticos un proyecto común; sustituir las rancheras por música tica para animar festivales, topes y fiestas. Que en vez de los corridos broten tambitos o parranderas, a punta de marimba y cimarrona. Que los organizadores del próximo tope insten a los caballistas a vestir pañuelo típico y sombrero de lona blanca. Que el próximo ‘festival ranchero’ sea un ‘festival folclórico’. Que en los altoparlantes se escuche a todo volumen la marimba y las guitarras, matizadas con las letras de nuestros autores. Que una resonante cimarrona encabece el desfile en carreta, engalanada de hermosas ticas vestidas en coloridos trajes típicos. Y que los turistas se encuentren con un ambiente único, de colores y sabores nuestros, de música nuestra, de costumbres nuestras.

¡Está comprobado!. La música típica costarricense exalta el ánimo, provoca gritar, está ligada directamente con el ambiente de los caballos y el ganado, es ideal para animar las fiestas, cuenta historias cotidianas y a muchos ticos les encanta.   ¡Cambiemos!

Lic. Carlos Guzmán
 
¡Feliz mes de la Patria!